En un paso decisivo contra el maltrato familiar, el Estado de México ha aprobado una reforma legal que tipifica la violencia vicaria como delito, estableciendo sanciones severas para quienes utilicen a los hijos como herramienta de castigo o control contra sus exparejas.
¿Qué es la violencia vicaria?
Se trata de una forma de violencia en la que uno de los progenitores, comúnmente el padre, condiciona las obligaciones alimentarias o manipula el vínculo con los hijos para dañar emocionalmente a la madre. Es un patrón que se ha normalizado en muchas disputas familiares, pero que deja profundas secuelas en los menores.

Castigos más duros para proteger a los más vulnerables
La nueva legislación establece penas que van de 4 a 8 años de prisión, multas económicas y tratamiento obligatorio para el agresor. Las sanciones se agravan si las víctimas son menores de edad, personas con discapacidad, mujeres embarazadas, adultos mayores o personas en situación de vulnerabilidad.
Además, se castigará a servidores públicos que, con dolo, retrasen u obstaculicen el acceso a la justicia en estos casos.
Tres objetivos clave de la reforma
- Reconocer legalmente la violencia vicaria como una forma de violencia familiar.
- Incluirla como causal para la pérdida de la patria potestad.
- Imponer castigos ejemplares a quien incurra en esta conducta.

Un avance por la justicia familiar
Colectivos de madres protectoras y defensores de derechos humanos habían impulsado esta reforma desde hace años. Ahora, con este marco legal, se busca frenar el uso de los hijos como armas de venganza y proteger su bienestar emocional.