El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en el Estado de México anunció dos adhesiones con peso regional: Alan Castellanos Ramírez en La Paz y Ramiro Cruz Rivera en Chicoloapan. Los movimientos apuntalan la presencia del Verde en dos municipios estratégicos del Valle de México y buscan acelerar su crecimiento rumbo a próximos procesos políticos.
¿Quién es Alan Castellanos y por qué importa?
Castellanos Ramírez, ex diputado federal y delegado especial del CEN del PRI en la elección a la gubernatura mexiquense de 2023, suma trayectoria como coordinador en campañas de Edoméx, Oaxaca y Colima. Su llegada al PVEM en La Paz llega acompañada por una estructura territorial y capital político que el partido pretende activar en la región oriente.
Durante el acto de presentación, la dirigencia estatal del PVEM destacó que abre “las puertas del partido” a un liderazgo joven con arraigo regional, subrayando que Castellanos apoyará no solo en La Paz, sino en municipios del oriente y otros estados donde mantiene presencia. El mensaje enfatizó unidad, resultados y proyección a futuro dentro de la llamada “Familia Verde”.
La narrativa del nuevo fichaje
De acuerdo con el propio Castellanos, su adhesión responde a 25 años de trabajo con causas sociales y a la convicción de que el Verde ofrece un proyecto “viable, con futuro y apertura a nuevas generaciones”. Llegó respaldado por el Frente Revolucionario de Organización Ciudadana (FROC), organización con más de 27 años de trabajo comunitario. El objetivo, dijo, es impulsar resultados “por La Paz y por un mejor Estado de México”.
Chicoloapan: operación territorial con Ramiro Cruz
En paralelo, la dirigencia estatal confirmó la incorporación de Ramiro Cruz Rivera como delegado del PVEM en Chicoloapan, junto con su equipo de coordinadores. Con este movimiento, el Verde busca afianzar una base operativa que complemente el arribo de Castellanos en La Paz, apuntando a una malla regional que potencie presencia y estructura en el oriente mexiquense.
El mensaje político de fondo
Para la dirigencia estatal, estas adhesiones son evidencia del “momento” que vive el partido: aseguran que cada semana se suman liderazgos y que el Verde se consolida como “opción real, cercana a la ciudadanía”. Incluso, sostienen que el PVEM es ya “segunda fuerza política en el Estado de México”, planteando un proyecto responsable y sostenible con proyección a futuro. Se trata de una narrativa de crecimiento que el partido pretende capitalizar en la región.
¿Qué sigue en la región oriente?
Con Castellanos en La Paz y Cruz en Chicoloapan, el PVEM coloca fichas para competir en territorio densamente poblado y clave en términos de movilización electoral. La combinación de estructuras locales y liderazgo mediático será la prueba de fuego para convertir la suma de perfiles en resultados tangibles en calle y urnas. Por ahora, el Verde presume músculo y orden rumbo al próximo calendario político.
