Cada 5 de mayo, mientras en gran parte del país se rememora la victoria del Ejército Mexicano sobre las tropas francesas, en la comunidad de La Conchita esta fecha se convierte en una celebración viva, profundamente arraigada en la identidad local.
Desde hace más de un siglo, las y los habitantes de esta localidad del Valle de Toluca conmemoran el aniversario de la Batalla de Puebla no con actos cívicos tradicionales, sino con una representación escénica comunitaria que involucra a decenas de personas.
Sin actores profesionales ni patrocinios oficiales, los vecinos se organizan para interpretar a los dos bandos enfrentados en 1862: el Ejército Mexicano comandado por Ignacio Zaragoza, y las tropas francesas enviadas por Napoleón III.
Más que una escenificación, una forma de identidad comunitaria
La puesta en escena se realiza en calles, plazas y campos abiertos de La Conchita. Cada año, los papeles son asumidos por miembros de la comunidad que han heredado esta tradición de generación en generación.
Esteban Córdoba Beltrán, actual intérprete del general Zaragoza, recuerda que su padre, Concepción Córdoba López, encarnó este mismo personaje durante más de cinco décadas, hasta su fallecimiento en 2019.
“Yo llevo como 13 años participando. Esta tradición comenzó, según documentos locales, alrededor de 1916”, señaló Córdoba Beltrán.
Miguel Ángel Gómez Estrada, otro de los participantes, destaca que todos son bienvenidos a integrarse: niñas, niños, jóvenes y adultos.
“Salimos año con año sin distinción de edad o género. Es algo que nuestros abuelos nos dejaron y no debe perderse”, expresó.
Una conmemoración que trasciende lo histórico
Aunque se basa en hechos históricos, la representación se ha convertido en un símbolo de unión comunitaria. No se trata únicamente de revivir el momento en que el ejército mexicano derrotó a las fuerzas invasoras francesas, sino de consolidar el sentido de pertenencia a través de la participación colectiva.
“Es una manera de honrar a quienes lucharon por la patria, pero también de fortalecer nuestros lazos como comunidad”, explican los organizadores.
El evento no solo recrea la batalla: transmite valores de resistencia, solidaridad y memoria intergeneracional, fundamentales para una identidad colectiva que sigue vigente más de un siglo después.
